¿POR QUÉ INSISTES EN MIRARTE A TRAVÉS DE LA MIRADA EQUIVOCADA?
- anixcenteno
- 22 may 2022
- 4 Min. de lectura

Salir de una relación en la que te tratan mal y a la que te aferraste durante mucho tiempo no es fácil, el vínculo de apego está bastante fortalecido y eso hace que creas que es imposible hacerlo. Has estado expuest@ a maltratos constantes en los que tu identidad está totalmente tergiversada y no entiendes cómo es posible que sigas ahí. Las personas con las que cuentas en su mayoría no te entienden y lejos de ayudarte te juzgan, entonces sintiéndote cada vez más sol@ se convierte en una tarea tan lejana y casi imposible de alcanzar.
Sin embargo no te rindes, te niegas a creer que esa sea la vida que te mereces y decides intentarlo hasta que finalmente lo logras, pero…..aún cuando ya no estas con esa persona sus palabras te persiguen. Tienes luchas internas porque intentas seguir adelante pero es como si esa persona tuviera razón en cada cosa que decía. Recuerdas la vez que te dijo brut@, fe@, incapaz, inservible, conformist@, etc. Tienes la oportunidad de ascender en tu trabajo pero entonces sientes que no eres capaz, así que ni para que lo intentas y quizá en este punto aún no eres consciente que creíste todo lo que esta persona te decía y que lo hiciste tu verdad.
Sin darte cuenta, en algún momento comenzaste a mirarte a través de la mirada de esa persona, es decir te ves como esa persona te vió en algún momento, por eso aunque ya no estás con ella, es como si aún estuviera ahí.
Pues bien, quiero explicarte porqué sucede esto a nivel emocional. Resulta que cuándo conociste a esta persona, es muy probable que tuvieras algunos vacíos, necesidad de ser aceptad@, amad@, ella llega y comienza a llenarte de elogios, comienza a “llenar ese vacío” y te sientes tan plen@, sientes que finalmente llegó la persona correcta a tu vida, y comienzas a tomar como cierto TODO lo que esa persona diga de ti. El problema es que en el momento en el que esa misma persona comienza a decirte cosas malas y destructivas, también las tomas como ciertas, casi que esa persona se convierte en tu dios, lo que ella diga es la verdad absoluta. Por eso, aun cuando ya no estás con ella, tu sigues creyendo lo que ella decía.
Además el hecho de que permitas que esta persona te defina, dice que tu no te conoces y muy seguramente cuando se conocieron no sabías lo que querías, solo sabías que querías sentirte amad@ y/o aceptada, entonces no tenías claro quien eras, por lo tanto lo que estás viviendo es una identidad tergiversada, si, tal como te lo estoy diciendo, una identidad tergiversada.
Es necesario que comiences a darte la oportunidad de conocerte, de que por lo menos si no haces algo es porque no quieres o porque eres consciente de que no te conviene o que no es correcto y no porque sientes que no eres capaz. Recuerda que cuándo no sabes para donde vas corres el riesgo de creer que cualquier bus te sirve y que cualquier parada es tu destino.
Así que es necesario que hagas lo siguiente:
Reconoce que no es normal creer que no eres capaz, o que eres fe@, o que eres incompetente.
Comienza a plantearte la posibilidad de verte a través de la mirada correcta, que muchas veces no es la tuya, de hecho te aseguro que si te sientes identificad@ con este artículo en este preciso momento, no es la tuya. La mirada correcta es la de Dios, el te ve con ojos de amor, y el amor no destruye, el amor construye.
Perdona a esta persona por lo que te haya dicho o hecho, estoy segura que todo lo hizo desde un corazón lleno de amargura, de rabia y lamentablemente tu te convertiste en su víctima.
Dale valor al poder que tienes de decidir cambiar la forma en la que te ves y comienza a intentar creer, de a poquitos, un día a la vez. Por ejemplo, si sientes que no eres capaz de ir sol@ a algún lado , a algún viaje, comienza por ir a comerte un helado sol@, luego a cenar sol@, y así sucesivamente hasta que logres hacer ese viaje. Ponte esa blusa que siempre habías querido ponerte y decide ese día no fijarte en quien te mira y quien no, a veces las personas te miran porque te ves muy bien y tu crees que es lo contrario.
Pídele a Dios que te ayude, dile que te permita verte como Él te ve, te sorprenderá todo lo que te va a mostrar. No se trata de ser autosuficiente, porque en algún momento vas a fallar, se trata de depender de la persona correcta y esa persona es Dios, siempre será Dios.
No vivas por lo que sientes, sino por hechos. Tu mente te puede decir que no eres capaz, pero revisa tus logros, ellos son tu realidad.
Mira atrás solo para ver de donde has salido, y tu avance.
Reconoce tus logros, así sean pequeños, son tuyos, solo tu sabes cuánto te han costado.
Si consideras necesario buscar ayuda, hazlo, no lo dudes, tu estabilidad, tu tranquilidad y tu paz lo merecen.

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